Biomarcadores y medicina de precisión
Los biomarcadores son moléculas, mayoritariamente voluminosas que pueden ser parte de nuestro cuerpo en forma estructural (conformando partes de órganos y tejidos) o funcional (influenciando el funcionamiento de órganos y tejidos).
Los llamamos biomarcadores ya que pueden servirnos para saber el estado de un órgano o tejido y de esta manera utilizar esa información para adoptar una determinada conducta clínica.
A grandes rasgos los biomarcadores pueden clasificarse en cuatro tipos:
- De pronostico: separan poblaciones de pacientes con la misma patología en mayor probabilidad de supervivencia (buen pronóstico) y menor probabilidad de supervivencia (mal pronóstico).
- Predictivos: separan poblaciones de pacientes con la misma patología siguiendo un esquema similar al caso anterior, con la diferencia de que los pacientes están bajo tratamientos diferentes.
- De diagnostico: la presencia o ausencia de estos biomarcadores sirven para determinar si una persona tiene una determinada patología o no.
- Digitales: miden constantes vitales de los pacientes mediante sensores y pueden ayudar a separar poblaciones susceptibles de no susceptibles.
Una de las ramas de la medicina que utiliza biomarcadores con mayor frecuencia es la oncología, para poder confeccionar tratamientos precisos para los pacientes. Poniendo de ejemplo el cáncer de pulmón, gracias al avance de la investigación se han encontrado numerosos biomarcadores que hoy en día están incorporados a la practica clínica y que ayudan a confeccionar tratamientos de precisión para cada paciente por separado.
La rutina general para la utilización de biomarcadores consiste en la obtención de una muestra primero por biopsia. La biopsia es la remoción de una porción mínima de tejido canceroso del paciente mediante una intervención quirúrgica para luego analizar esa porción. Del análisis surgen los biomarcadores presentes y de acuerdo con la combinación encontrada, se decide la terapia.
Gracias a los avances de la tecnología, también hoy es posible para algunos pacientes, realizar un procedimiento diferente: la biopsia liquida. Muchas veces los tumores, liberan células o parte de células al torrente sanguíneo y estos materiales circulan libremente. Hoy en día es posible, mediante solo una muestra de sangre, analizar esos materiales y buscar los biomarcadores. De esta manera no se somete al paciente a una intervención quirúrgica y se pueden tomar muchas mas muestras en el tiempo, para seguir la evolución del tumor de cerca.
Todo lo anterior nos muestra como ha evolucionado el cuidado medico en la oncología gracias a los biomarcadores. Los pacientes tienen muchas mas opciones disponibles lo cual les permite gozar de mejores tratamientos y mejor calidad de vida. Sin embargo, debemos continuar investigando y uniendo los campos de conocimiento para profundizar el avance y abarcar mas patologías.