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“Digitalizar sin repensar el modelo sanitario es como cambiar los muebles de una casa en ruinas”

Mar Gomis Pastor es doctora en Medicina y farmacéutica hospitalaria. Dirige el Digital Health Validation Center del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, donde impulsa la validación científica de soluciones digitales en salud. Compagina su labor asistencial con la docencia y la investigación, y defiende que la verdadera transformación sanitaria no depende de la tecnología, sino de las personas. Su mirada crítica y lúcida invita a cuestionar un sistema sanitario que corre el riesgo de digitalizarse sin repensarse.

“La innovación no es tener una buena idea —advierte—, sino implementarla con éxito y que llegue al paciente”.

Rat Gasol:  Llevas más de una década dentro del sistema sanitario público. Si tuvieras que hacerle un diagnóstico, ¿cuál sería la principal patología de la sanidad española hoy?

Mar Gomis Pastor: El cortoplacismo. Ese es, sin duda, el gran mal de nuestro sistema sanitario. Se prioriza la actividad inmediata por encima del valor, lo que impide planificar transformaciones reales a medio o largo plazo. Además, seguimos siendo una sanidad centrada más en la curación que en la prevención. Hacen falta planes estratégicos sostenidos en el tiempo, con una visión amplia. En Sant Pau, por ejemplo, apostamos hace ya cuatro años por un plan estratégico de transformación digital que aún se mantiene. Esa continuidad es lo que permite cambios profundos.

Rat Gasol:  Se habla mucho de innovación y transformación, pero seguimos viendo hospitales lentos, burocráticos y profesionales agotados. ¿Estamos aplicando la tecnología como una cura o como un parche?

Mar Gomis Pastor: En la mayoría de los casos, como un parche. Se habla mucho de innovación, pero poca llega realmente a la práctica asistencial. La innovación auténtica no consiste en tener una idea brillante o un prototipo atractivo, sino en implementarlo con éxito y generar un impacto real en pacientes y profesionales. Durante años hemos introducido tecnología sin revisar los procesos. Y si no analizamos cómo trabajamos, cómo se organizan los circuitos y las rutas asistenciales, la digitalización no sirve de nada. Transformar implica rehacer, no solo añadir. Incorporar tecnología sin sentido común ni coherencia solo alimenta la frustración de quienes ya están al límite.

Rat Gasol:  Desde el Digital Health Validation Center impulsáis la validación científica de soluciones digitales. ¿Por qué cuesta tanto que esa evidencia se traduzca en decisiones reales?

Mar Gomis Pastor: Porque en España todavía no existen mecanismos claros para incorporar la tecnología en la cartera de servicios. Falta una cultura de validación científica y de regulación. La tecnología ha entrado por todas las puertas sin pasar los controles que sí exigimos a un medicamento. Validar la eficacia y la seguridad de las soluciones digitales debería ser un requisito básico antes de implementarlas. Y una vez demostrada su validez, el reto es que los sistemas sanitarios las adopten. Otros países ya lo hacen —Francia, Alemania o Reino Unido—, pero aquí seguimos sin una vía estructurada que permita incorporar de forma ordenada la innovación tecnológica validada.

Rat Gasol:  Muchos proyectos de salud digital se presentan con grandes titulares, pero no siempre llegan al paciente. ¿Nos hemos enamorado del relato de la innovación más que de su impacto real?

Mar Gomis Pastor:        Exactamente. Nos hemos llenado la boca de “innovación”, pero ahora toca separar lo esencial de lo accesorio. No toda novedad es innovación, y no toda innovación es necesaria. Hay que diferenciar la innovación real —aquella que responde a una necesidad concreta y mejora la práctica clínica— de la que surge solo por intereses corporativos o por moda. La innovación debe resolver un problema real del sistema o del paciente. Solo cuando hay esa coincidencia entre necesidad y solución efectiva podemos hablar de transformación.

Rat Gasol:  Has dicho en alguna ocasión que “digitalizar sin repensar el modelo sanitario es como cambiar los muebles de una casa en ruinas”. ¿Qué cambios estructurales necesita nuestro sistema antes de seguir acumulando tecnología?

Mar Gomis Pastor: El primero, dejar de medir la actividad y empezar a medir el valor. No se trata de cuántas consultas o cirugías se realizan, sino de qué aportan realmente al ciudadano. Si el sistema evaluara a los hospitales por el valor que generan, no por el volumen de actividad, cambiarían radicalmente la forma de trabajar y las prioridades.

El segundo gran cambio es el liderazgo. Seguimos anclados en estructuras jerárquicas y paternalistas que frenan la innovación. Necesitamos liderazgos compartidos, modelos más líquidos que generen confianza, empoderen a los equipos y fomenten la motivación. Innovar sin transformar la cultura organizativa es imposible.

Rat Gasol:  ¿Cuáles serían, entonces, los tres pilares de esa transformación?

Mar Gomis Pastor:        Revisar los modelos asistenciales, cambiar la gobernanza y apostar por la evidencia. Hay que rediseñar los circuitos de atención y repensar la relación entre los distintos niveles del sistema. La gobernanza debe evolucionar hacia una cultura más participativa, basada en el liderazgo clínico, la formación digital y el empoderamiento de los equipos. Y, por último, invertir —desde el Estado, no solo desde las empresas— en validación clínica y adopción sostenible de tecnología. Ya no podemos permitirnos más proyectos piloto inconexos que acaban en frustración.

Rat Gasol:  ¿La inteligencia artificial y la automatización están deshumanizando la medicina o pueden ser una oportunidad para recuperarla?

Mar Gomis Pastor: Para mí, la tecnología es una aliada de la humanización. Hace más de diez años que trabajamos en programas de seguimiento remoto de pacientes, y los resultados han sido extraordinarios. Recibimos mensajes de agradecimiento de pacientes que se sentían más acompañados, más escuchados.

Durante la pandemia, esos sistemas demostraron su valor: nos permitieron monitorizar trasplantados cardíacos, organizar vacunaciones y mantener la comunicación sin ponerlos en riesgo. Por eso siempre digo que la atención virtual no aleja, acerca. La tecnología, cuando se diseña bien, devuelve tiempo, libera tareas repetitivas y permite mirar al paciente a los ojos. Lo inhumano no es la máquina, sino el uso superficial que hacemos de ella.

Rat Gasol:  España invierte millones en innovación sanitaria, pero muchas iniciativas se diluyen entre pilotos y proyectos inconexos. ¿Dónde se pierde el valor: en la estrategia, en el liderazgo o en la ejecución?

Mar Gomis Pastor:        En los tres niveles. Falta estrategia común, liderazgo multidisciplinar y rigor metodológico en la ejecución. Cada hospital intenta resolver los mismos problemas de forma aislada. Necesitamos una hoja de ruta compartida, colaboraciones público-privadas y una visión global de país.

Además, los equipos deben ser transversales: clínicos, tecnólogos, gestores de datos, expertos en ética y comunicación. Y algo fundamental: medir bien. Muchos proyectos no definen indicadores claros de impacto; por eso sus resultados no son extrapolables ni útiles. Sin calidad de dato, no hay evidencia; sin evidencia, no hay decisión.

Rat Gasol:  Has trabajado en el Ministerio, en investigación y en hospital. Desde esa mirada poliédrica, ¿qué te preocupa más: la falta de recursos o la falta de visión?

Mar Gomis Pastor: Sin duda, la falta de visión. Con los mismos recursos, pero una visión estratégica, podríamos lograr mucho más. Lo que me preocupa es la pérdida de propósito. La verticalidad del sistema y la lucha por el prestigio han desplazado el foco de lo que realmente importa: mejorar la atención, humanizar, cuidar.

Rat Gasol:  ¿Qué barreras persisten entre la evidencia científica y las decisiones políticas?

Mar Gomis Pastor: La política vive en la inmediatez; la ciencia necesita tiempo. Esa diferencia de tempos explica buena parte del problema. Además, la burocracia ahoga la innovación. Generamos papers, pero no transformamos esa evidencia en decisiones prácticas.

Falta agilidad, traducción y escucha. Necesitamos estructuras estables y profesionalizadas —como nuestro Validation Center— que vinculen resultados científicos sólidos con políticas públicas. Sin esos puentes, la evidencia se queda en los congresos y no llega a los despachos donde se decide el futuro del sistema.

Rat Gasol: Lideras también Marma Life Institute, centrado en liderazgo coactivo y sistémico. ¿Necesita el sistema sanitario menos jerarquía y más consciencia?

Mar Gomis Pastor: Absolutamente. El liderazgo del futuro no es jerárquico, es colaborativo. Se basa en la corresponsabilidad, la escucha y la empatía. Desde Marma Life acompañamos a profesionales y organizaciones en ese cambio: descubrir quién eres como líder, qué propósito te guía y qué impacto quieres generar en tu entorno.

Necesitamos líderes al servicio del sistema, capaces de mirar más allá de su parcela y actuar desde la conciencia del conjunto. Solo así podremos transformar de verdad las organizaciones sanitarias.

Rat Gasol:  Si tuvieras que escribir una receta para curar la sanidad española, ¿cuáles serían sus principios activos?

Mar Gomis Pastor: Tres ingredientes: visión y propósito; valor y evidencia; y un cambio cultural profundo basado en el humanismo. Primero, alinear la política, la gestión y la práctica clínica bajo una estrategia común. Segundo, dejar de medir la actividad y empezar a medir el valor: decidir en función de los resultados reales y la evidencia científica, no de la cantidad. Y tercero, transformar el liderazgo: sustituir los modelos paternalistas por otros basados en la confianza, la corresponsabilidad y la escucha. Solo así los profesionales podrán sostener un sistema que, sin ellos, no tiene futuro.

Rat Gasol:  Y mirando al futuro… ¿cómo imaginas el hospital de dentro de veinte años?

Mar Gomis Pastor: No sé si seguiremos llamándolos hospitales. Serán espacios de salud integrados, flexibles, diseñados en torno a la experiencia del paciente y el bienestar de los profesionales. La atención será híbrida, interoperable, más preventiva que reactiva. El hospital del futuro será un lugar al que se acude solo cuando sea imprescindible. La mayoría de la atención se prestará en el hogar o en entornos intermedios, con estructuras más humanas y ecosistemas vivos donde convivan educación, innovación e investigación. Lo importante será que el paciente deje de ser un número y vuelva a ser una persona. Porque la sanidad del futuro no puede permitirse mirar al ser humano de forma fragmentada, sino con una mirada integradora y holística.

Cierre

La conversación con Mar Gomis Pastor deja una sensación de urgencia y esperanza a partes iguales: urgencia por repensar un sistema sanitario anclado en modelos del pasado, y esperanza porque existen profesionales dispuestos a liderar ese cambio. Su mensaje es claro: sin personas, sin propósito y sin evidencia, la salud digital no salvará al sistema.

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